lunes, 30 de noviembre de 2009

20 años de la muerte de Fernando Martín


El tiempo pasa volando para todos, los años corren y con ellos vamos quemando etapas y generando nuevas ilusiones. Este jueves hace ya ¡¡20 años de la muerte de Fernando Martín!!. Recuerdo perfectamente aquella tarde de domingo, era un tres de Diciembre de 1989. Poco antes de las cuatro de la tarde empecé a escuchar a García que estaba preparando la jornada de fútbol. A eso de las 16:00 comentó que se había producido un accidente en la M-30, probablemente mortal, de un jugador del Real Madrid de baloncesto. Yo tenía 15 años y el corazón me dio un salto cuando minutos después escuché que la muerte era la de Fernando Martín (mi ídolo de pequeño junto a Santillana). Al día siguiente en el colegio no se hablaba de otra cosa. Mi hermano fue a la capilla ardiente y yo con Coco al partido contra el Paok de ese martes donde se le rindió un sentido homenaje y se retiró el numero 10 del club para siempre. En su funeral recuerdo a Epi y a Norris, este último llorando a lágrima tendida después de sus duros enfrentamientos en la pista.

El accidente ocurrió cuando se dirigía a recoger a Quique Villalobos para posteriormente dirigirse al Palacio de los Deportes a ver un partido del Madrid contra el CAI, partido que no podía jugar por sus habituales dolores de espalda. Perdió el control de su automóvil, un Lancia Thema 8.32, mientras se incorporaba a M-30 desde la carretera de Barcelona (también es verdad que iba a 180km/h). Tras saltar la mediana, invadió el carril de sentido contrario e impactó de frente contra otro vehículo, conducido por un chaval joven, quién sobrevivió al accidente con graves heridas.


En lo que respecta a lo deportivo era un ganador absoluto, antes y después de irse a la NBA en 1986 (primer español y segundo europeo de la historia) su palmarés era brutal: conquistó cuatro títulos de la Liga ACB (1982, 1984, 1985 y 1986), tres de la Copa del Rey (1985,1986 y 1989), una Recopa (1989), un Mundial de Clubs (1982), plata en el Europeo (1983) y plata en los JJ.OO. (1984). En 1985 fue subcampeón de la Copa de Europa (en aquella final perdida contra la Cibona de Petrovic). Ese mismo año ya fue drafteado pero decidió no ir a la NBA para poder jugar el Mundial del 86 en España. Su decisión era dura, pues en aquella época, jugar en la NBA suponía no poder volver a jugar nunca más con la selección española, pero su carácter competititivo y ganador era superior a eso. Quería ver dónde estaban sus límites. Se ve perfectamente en los 30 primeros segundo de este vídeo.



Os dejo aquí alguna de sus frases míticas. Siempre daba el máximo, nunca se rendía...

"Hasta el último partido de mi carrera habrá que darme tiempo para demostrar donde puedo llegar".

“Reconozco que tengo un carácter excesivamente competitivo, que a veces me crea problemas; me gusta ser el primero en todas las cosas"

Mi favorita. Segundo partido de las finales contra el Barça de la 88-89; se había perdido el primero por un dolor muy agudo de espalda y esperaban que se perdiese también el segundo, apareció por sorpresa en Barcelona (sin avisar a nadie), abrió la puerta del comedor, donde estaba todo el equipo, y dijo:
"No me he levantado de la cama para perder". Y según dijeron sus compañeros posteriormente, esa escena fue fundamental para subir su hundida moral y conseguir ganar en Barcelona.

El año pasado, en el concurso de mates de la NBA, el insigne Rudy Fernandez le homenajeó poniéndose su camista de los Blazers en un mate. Es curioso porque Rudy casi ni había nacido cunado murió Martín, lo que evidencia claramente la huella indeleble que este hombre dejó en el deporte español.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Los videojuegos de nuestra época (II)


En la entrada anterior me había quedado en las primeras máquinas recreativas y la introducción de las maquinitas de bolsillo en las Escuelas: La Aneja y el Grupo en Cuenca, el Pilar y la SAFA en Madrid y el Old Gipsy School en Orihuela.

En relación a las maquinas recreativas, y cerrando ese capítulo, he encontrado en internet este mítico juego de salón recreativo, el OutRun. Un clásico con el Ferrari Testarrosa, la rubia, la musiquita... Lo más gracioso es que en este vídeo se puede ver el final del juego, cosa que nunca conseguí ver en la maquina real. Si llegáis al final del video comprobaréis que la rubia tenía una buena delantera; como nunca se la veía de cuerpo entero...



Con respecto a las máquinitas de bolsillo, lo que recuerdo es que empezaron a proliferar como setas, primero sólo con una pantalla, luego las famosas de 2, posteriormente había gente que las tenía hasta de 4 ó 5 con miles de botones, el tema se fue sofisticando mucho, pero de un año a otro esa moda cayó en el olvido, supongo que en gran medida por la aparición y dominio de los famosos ordenadores. En España, y por este orden, se impusieron: Spectrum, Amstrad y Commodore.

Los juegos de Spectrum siempre me parecieron bastante cutres, aunque nunca llegué a tener una consola de estas, las veía en casa demis amigos. Para prueba, alguno de sus gráficos.

http://www.terra.es/personal/fraile/mejores/mejores.htm

Las primeras referencias que empezaron a llegarme, como digo, fueron las de Spectrum. A raíz de eso tengo una anécdota muy graciosa que siempre cuentan los hermanos (Charlie y Antonio). Su padre viajaba mucho por motivos de trabajo y, en uno de esos viajes, les trajo de Londres un Spectrum cuando en España no lo tenía casi nadie, era casi una máquina de culto. El primer juego que cargaron fue uno de atletismo (de esos que tienes que correr dando teclas a toda hostia) y se pusieron a aporrear las teclas ante el estupor de su padre que no daba crédito a que sus vástagaos estuviesen destrozando esa "ultramoderna" máquina.

Un ejemplo, el Hypersports en Commodore 64



Mi hermano y yo lo que hacíamos era cargarnos joysticks, hasta 9 llegamos a escacharrar en 1 año. Ahora, mirando su diseño en retrospectiva(ver foto al comienzo de esta entrada), me parece más un vibrador que un mando para jugar.

Un día, un compañero de clase me invitó a jugar a su casa con el Commodore 64, yo no sabía ni lo que era, pero al ver el primer juego que cargó me enamoré de esa consola. El juego era el "one on one" y replicaba un partido de baloncesto entre Larry Bird y Julius Erving (Dr. J) que para la época (1985), le daba mil vueltas a nivel gráficos y de jugabilidad a cualquiera del Spectrum. Todavía lo veo con emoción.



Conseguimos que nos compraran en casa el Commodore 64. Y nos fuimos reafirmando más en nuestra idea de que la diferencia con Spectrum era abismal, sólo Amstrad se acercaba algo, pero aún a cierta distancia.

Freddy Hardest, Bubble Bubble, Green Beret, One on One, Enduro Racer, Outrun (rubia con Ferrari), After Burner, Leader Board, Winter Games, Summer Games, Pit Stop II,... todos juegos que vi tanto en Sprectrum como en Commodore. Os dejo un par de ejemplos en C64 y acordaros de como eran en Spectrum. Aparte de que en Sprectrum la mitad no cargaban.





CONTINUARÁ...

sábado, 14 de noviembre de 2009

Los videojuegos de nuestra época (I)

Buenas a todos los fans del blog :-)))

No he podido actualizar desde hace mucho tiempo, porque entre el trabajo, la niña y las 200 actividades a las que estoy apuntado, no me queda tiempo para casi nada.

Respecto al objetivo 82, está parado, pero al menos casi no he ganado nada del peso que bajé. Me he quedado entre 5 y 6 KG más abajo de lo que empecé, así que intentaré mantenerlos y cuando pasen las Navidades, retomar el reto.

En esta entrada voy a hablar de los videojuegos que marcaron nuestra infancia. Hoy me centraré más en las máquinas recreativas de los bares y en la próxima entrada en los videojuegos de ordenador.

Mi primera experiencia, y que tengo perfectamnete grabada en la memoria, se remonta a 1979 ó 1980. Al salir con mi madre del mercado de Santa Eugenia, entramos en una bar que había dentro del propio mercado a tomar una Coca-Cola. Allí, en una esquina, refulgente de luces y siendo la estrella del bar, se alzaba una máquina hasta entonces nunca vista por mí, con una pantalla de tele en el centro y unas grandes en la parte superior, "Space Invaders" se podía leer.




Recordaré ese instante siempre, porque se abrió un nuevo mundo para mí. La segunda maquina que vi fue una llamada "Pong" que, supongo, todos tendréis en la cabeza, son dos líneas blancas verticales a cada lado a modo de raqueta que puedes mover de arriba a abajo y un punto blanco que hace de pelota. Hay que conseguir meter la pelota en el espacio que deja la otra linea blanca o raqueta. Esta máquina la veía en La Casa de Campo algún domingo que íbamos en familia (no, no había putas) y me echaba mis buenas partidas con mi hermano.



A raíz de eso, mi hermano y yo nos enteramos de que existían unos aparatos llamados "consolas para jugar en casa" y no paramos de dar la barrila en casa hasta que mi madre nos compró una. Era una máquina que funcionaba con cartuchos y que para nosotros, significaba la felicidad absoluta. Ni recuerdo cómo se llamaba. Sólo que a veces nos levantábamos un sábado a las 6 de la mañana para poder jugar cuanto antes.



Después llegaron más juegos a los recreativos. uno de los primeros que recuerdo es el Kung Fu Master.



Más tarde empezarnon entrar en los Colegios las maquinitas para jugar en el recreo (como las que veis en la foto), pero esa es otra historia. ¿Hay alguna máquina recreativa que os haya marcado?. Soy todo ojos/oídos.