El tiempo pasa volando para todos, los años corren y con ellos vamos quemando etapas y generando nuevas ilusiones. Este jueves hace ya ¡¡20 años de la muerte de Fernando Martín!!. Recuerdo
perfectamente aquella tarde de domingo, era un tres de Diciembre de 1989. Poco antes de las cuatro de la tarde empecé a escuchar a
García que estaba preparando la jornada de fútbol. A eso de las 16:00 comentó que se había producido un accidente en la M-30,
probablemente mortal, de un jugador del Real Madrid de baloncesto. Yo tenía 15 años y el corazón me dio un salto cuando minutos después escuché que la muerte era la de Fernando Martín (mi ídolo de pequeño junto a
Santillana). Al día siguiente en el colegio no se hablaba de otra cosa. Mi hermano fue a la capilla ardiente y yo con Coco al partido contra el
Paok de ese martes donde se le rindió un sentido homenaje y se retiró el numero 10 del club para siempre. En su funeral recuerdo a Epi y a
Norris, este último llorando a lágrima tendida después de sus duros enfrentamientos en la pista.
El accidente ocurrió cuando se dirigía a recoger a Quique
Villalobos para posteriormente dirigirse al Palacio de los Deportes a ver un partido del Madrid contra el
CAI, partido que no podía jugar por sus habituales dolores de espalda. Perdió el control de su automóvil, un
Lancia Thema 8.32, mientras se incorporaba a M-30 desde la carretera de Barcelona (también es verdad que iba a 180km/h). Tras saltar la mediana, invadió el carril de sentido contrario e impactó de frente contra otro vehículo, conducido por un chaval joven, quién sobrevivió al accidente con graves heridas.
En lo que respecta a lo deportivo era un ganador absoluto, antes y después de irse a la
NBA en 1986 (primer español y segundo europeo de la historia) su
palmarés era brutal: conquistó cuatro títulos de la Liga
ACB (1982, 1984, 1985 y 1986), tres de la Copa del Rey (1985,1986 y 1989), una
Recopa (1989), un Mundial de
Clubs (1982), plata en el Europeo (1983) y plata en los
JJ.
OO. (1984). En 1985 fue
subcampeón de la Copa de Europa (en aquella final perdida contra la Cibona de
Petrovic). Ese mismo año ya fue
drafteado pero decidió no ir a la
NBA para poder jugar el Mundial del 86 en España. Su decisión era dura, pues en aquella época, jugar en la
NBA suponía no poder volver a jugar nunca más con la selección española, pero su
carácter competititivo y ganador era superior a eso. Quería ver dónde estaban sus límites. Se ve
perfectamente en los 30 primeros segundo de este vídeo.
Os dejo aquí alguna de sus frases míticas. Siempre daba el máximo, nunca se rendía...
"Hasta el último partido de mi carrera habrá que darme tiempo para demostrar donde puedo llegar".
“Reconozco que tengo un carácter
excesivamente competitivo, que a veces me crea problemas; me gusta ser el primero en todas las cosas"
Mi favorita. Segundo partido de las finales contra el
Barça de la 88-89; se había perdido el primero por un dolor muy agudo de espalda y esperaban que se perdiese también el segundo, apareció por sorpresa en Barcelona (sin avisar a nadie), abrió la puerta del comedor, donde estaba todo el equipo, y dijo:
"No me he levantado de la cama para perder". Y según dijeron sus compañeros posteriormente, esa escena fue fundamental para subir su hundida moral y conseguir ganar en Barcelona.
El año pasado, en el concurso de mates de la
NBA, el insigne
Rudy Fernandez le homenajeó poniéndose su
camista de los
Blazers en un mate. Es curioso porque
Rudy casi ni había nacido cunado murió Martín, lo que evidencia claramente la huella indeleble que este hombre dejó en el deporte español.