domingo, 2 de octubre de 2011

El gran duelo de la historia del deporte: Karpov VS. Kasparov (I)


Si me preguntas si el ajedrez es un deporte, no sabría que decirte. Quizá lo mismo que pasa con el Poker. ¿Un deporte mental?.

Como decía un jugador profesional de poker, cuando estás en una timba con 5 colegas a las 7 de la mañana, tomando copas y fumando, no es un deporte. Cuando estás jugando 12 horas durante 7 días seguidos, híperconcentrado y no parando de pensar para meterte en la cabeza de los contrincantes y batir a los mejores jugadores del mundo, el desgaste es brutal. Y tienes que estar en perfectas condiciones físicas, mentales,... para poder ganar. Pasad todo esto al mundo del ajedrez y multiplicadlo por "n". En el poker puedes tener suerte un día y ganar al campeón del mundo, en el ajedrez es imposible.

El ajedrez es un deporte bello, combina concentración, previsión, psicología, táctica, estrategia... y tiene momentos épicos, dramáticos, divertidos, numantinos, desesperantes,.. Un juego inventado por genios que, como dice Karpov: "lo debieron crear algunos extraterrestres".

Hay gente que afirma que el duelo Karpov-Kasparov es el más intenso que se ha vivido nunca, no sólo en ajedrez (obvio), sino en cualquier deporte.

Karpov nació en 1951 una pequeña ciudad rusa, de familia humilde fue un niño enfermizo la mayor parte de su infancia, como distraimiento empezó a jugar al ajedrez, lo hizo de forma tan obsesiva que su madre le escondía las piezas y el tablero (mi madre me hacíablo mismo, pero con el Commodore 64, jaja). A los 7 años ya ganaba a todos los de su pueblo. Con 15 años era el maestro más joven de Rusia y con 19 era maestro internacional. Con 23 años se convirtió en el aspirante oficial a desbancar al actual campeón entonces, el genio estadounidense Bobby Fischer que había conseguido arrebatar la supremacía rusa del ajedrez en las últimas décadas.

Doce años después que Karpov, en 1963, nacía Gary Kasparov en Bakú (entonces Unión Soviética hoy Azerbayan). Con una carrera juvenil muy parecida e igualmente espectacular que Karpov, se convirtió en maestro internacional también a la edad de 19 años. Su madre fue la que se empeñó en que su hijo fuese jugador de ajedrez y de la que cogió el apellido.

Cuando Karpov era aspirante a Campeón del Mundo y tenía 24 años, en unas partidas simultáneas de exhibición, se cruzó con un niño de 12 años que casi le gana. Era Gary Kasparov. Según Kasparov esa partida la tenía casi ganada con una posición muy ventajosa, pero un error suyo le llevo a la derrota (en la foto la partida a la que me refiero)



Karpov fue elegido como icono del régimen comunista para mostrar al mundo las 'bondades' de su sistema, de familia humilde de trabajadores, típico ruso, muy ortodoxo... su nombre quedó ligado al sistema comunista.

Con el icono comunista como aspirante y, como telón la guerra fría, se anunció como duelo del siglo el match ajedrecístico entre Karpov y Fischer. Se llegaron a ofrecer cifras astronómicas por esas partidas (de millones de dólares del año 1975), pero Fischer, extrañamente y sin motivo aparente se negó a jugar (siempre se ha especulado con una posible enfermedad mental del genio, y las últimas andanzas antes de su reciente fallecimiento parece que apuntaban en esa dirección.)

Karpov, por lo tanto, fue erigido Campeón del Mundo en 1975 sin jugar una sola partida. De 1975 a 1984 Karpov no encontró oposición ni en la URRS ni en todo el mundo. Por donde pasaba arrasaba, y no hubo nadie que pusiese en peligro su cetro Mundial.

Así llegamos a 1984, Gary Kasparov. al que ya entonces se le llamaba el "Ogro de Bakú", se había ganado el derecho a disputar el título mundial con sólo 21 años. Karpov no dio mucha importancia a este campeonato, llevaba 10 años sin que nadie le tosiera y no lo iba a hacer un niñato de 21 años que, por entonces, era casi un desconocido.

Por lo tanto, en septiembre de 1984, se encuentran en Moscú Karpov y Kasparov, Anatoli y Gary. El sistema de puntuación era extraño (y a la postre fue decisivo para el devenir del resultado): las tablas no contaban, había que llegar a las 6 victorias, sin límite de partidas a jugar. A las 9 partidas ya ganaba Karpov por 4-0; Kasparov fue mejorando y forzó tablas en las siguientes ¡¡17 partidas!!, pero en la partida 27, la victoria fue para Karpov, con lo que se ponía 5-0 y con "5 matchballs" el final parecía inminente. Después de 3 tablas más, en la partida 31, la ventaja de Karpov era brutal y todo el mundo veía claro el 6-0 y, por consiguiente, el Campeonato del Mundo. En palabras de Karpov, no sabe aún como Kasparov consiguió defender esa posición, pero el caso es que forzó las tablas. En la partida 32 Kasparov gana su primer partida y pone el marcador en 5-1. Las partidas se alargan y el tiempo también. Nos plantamos en ¡¡abril de 1985!! y decenas de partidas más con un marcador de 5-3 para Karpov.

Todas las crónicas de la época decían que Karpov estaba agotado, tanto física como,especialmente, psicológicamente (las partidas duraban de media 5 horas). Cuando se cumplen 6 meses de partidas, la FIDE, máximo organismo del ajedrez, se reúne y decide suspender el campeonato, el motivo oficial es por el peligro de que se alargue el campeonato hasta el infinito. Según Kasparov, porque las autoridades rusas ven peligro de que Karpov no solo pierda, lo que ya sería duro para las posiciones más duras del régimen, sino que sea humillado después de dejarse remontar un 5-0. Por tanto, ante el escándalo mundial (portada en muchos periódicos del mundo) se decide dar el campeonato a Karpov.

Ante el revuelo montado, la FIDE decide dar la revancha a a Kasparov (como Apollo a Rocky) ese mismo año 85 en el mes de septiembre. Esta vez, se volverá al sistema clásico, a un tope de 24 partidas...

TO BE CONTINUED...

A vosotros os caía bien Kasparov, ¿a qué sí?, pero porque con vosotros era de otra forma.

 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno, Rilo, espero que las próximas partes no tarden 2 meses.

Sergio,

Carlos dijo...

Qué va, son sólo 2 partes, esta y la segunda. La segunda la vais a gozar cosa bárbara. Intentaré escribirla esta semana.

Anónimo dijo...

Yo me apunté a ajedrez en mi colegio para derrotar a Filipovich, pequeño genio de origen yugoslavo (hoy diríamos serbio) y dominador absoluto del ajedrez en mi colegio. Me compré varios libros y me empollé jugadas de noche durante varios meses con el único objetivo de hacer tablas y pasar a la Historia. Aún no recuerdo si me dio mate en 6 o 7 movimientos.

Agustín