Con Karpov proclamado Campeón del Mundo nuevamente, de la forma tan polémica que he contado en la entrada anterior, la revancha se fija para septiembre de ese mismo año 85. Después de la mala experiencia del anterior campeonato, se decide cambiar el sistema de puntuación y se fija que sea a un máximo de 24 partidas.
En ese momento el duelo ya no es sólo ajedrez, de hecho es más política que ajedrez. Un bloque contra otro bloque (Comunismos Vs. aperturismo o Perestroika). Karpov es el candidato del antiguo régimen. En esa época, Gorbachov había subido al poder y hablaba de una apertura. Kasparov fue su símbolo al igual que lo fue Karpov para los comunistas tradicionales. La gente en la URRS veía una hipotética victoria de Kasparov como una metáfora de lo que podría ser un cambio en su país.
El 'match'se disputa en el impresionante y mítico teatro Tchaikovsky de Moscú, con un lleno a rebosar en cada partida y donde Kasparov se queja de que el equipo de Karpov le ha puesto un parapsicólogo entre el público para despistarlo y Karpov de las toses de los azerbayanos cuado le tocaba mover.
En la partida 24, el palacio de Moscú estaba aborrotado y había venido mucha gente de Azerbayán, paisanos de Kasparov. Karpov se quejó varias veces durante la partida que, cuando él pensaba, los azerbayanos hacían mucho ruido a propósito, tosían,...Karpov, con blancas, desarrolla un gran juego y consigue una gran ventaja, teniendo la partida medio ganada,
En la imagen un árbitro pidiendo silencio
pero aquí viene su gran error, en vez de rematar la partida, Karpov se da cuenta de que Kasparov tiene problemas de tiempo (existe un tiempo limitado para jugar, y rebasarlo significa perder la partida), así que decide jugar de una manera pasiva y administrar su ventaja hasta que a Kasparov le coma el tiempo, pero increíblemente, Kasparov saca una concentración salvaje y, haciendo movimientos muy rápidos (y muy precisos) para no agotar el tiempo, monta una férrea defensa que Karpov no puede franquear y fuerza las tablas para conseguir el campeonato.
Kasparov, nada más ganar el título, le da la mano a Karpov, se levanta y, ante el delirio de todos los azerbayanos asistentes, pega un gran salto en mitad del teatro Tchaikovsky con el brazo en al alto. Es una imagen muy famosa e la historia del ajedrez y que simboliza un momento de cambio en muchos aspectos.
Para Kasparov es el momento más feliz de su carrera deportiva y, se convierte en el campeón más joven de la historia.
En 1986, se creó una norma (que no existía hasta entonces) para dar la revancha al ex-campeón. Así que ambos vuelven a poner en juego el cetro mundial en Londres. Kasparov y Karpov, que ya desde el primer enfrentamiento se llevaban mal, ahora directamente se odian y eso se refleja en el campeonato.
Ambos empezaron a tener un amplio equipo de analistas porque se conocían ya demasiado. A las 10 partidas Kasparov ganaba fácil por 3-0 pero, súbitamente, Karpov ganó 3 partidas seguidas para igualar la serie y Kasparov montó en cólera acusando a uno de sus analista de vender información a Karpov y lo despidió. Tras la expulsión del analista la igualdad fue máxima mateniendo el resultado en empate, pero como quiera que el campeón era Kasparov, este retuvo el título.
Y llega el famoso año 1987 en Sevilla. Ese campeonato lo recuerdo yo mucho por lo famoso que se había hecho el ajedrez en España y por la gran cobertura que le dio TVE. Llegó a haber una audiencia de 14 millones de personas (es verdad que sólo había 2 cadenas, pero tratándose de ajedrez es una barbaridad). El Campeonato fue un toma y daca con las 2 K en el mejor momento de su historia; para variar, la serie fue muy igualada y llegaron a las 2 últimas partidas empatados. En la memorable partida 23, ambos estaban con el agua al cuello debido a que casi no les quedaba tiempo y tenían que hacer movimientos híper rápidos (a movimiento por segundo) lo que dio una imagen impagable de los dos ultra concentrados y moviendo las fichas a la velocidad del rayo durante 3 minutos (me recuerda a cuando Rocky y Apollo caen en el cuadrilatero en Rocky II y empiezan a cantarle la cuenta de 10 a los dos). Karpov, a esa velocidad encuentra un truco impagable, que todavía se recuerda en los libros de ajedrez. Kasparov, debido a la genialidad de Karpov y a lo fulgurante de los movimientos, no ve el truco y pierde la partida. Karpov se encuentra 1 punto por encima, y Kasparov necesita un milagro en la última y decisiva partida para ganar el Campeonato. Al final de esta partida 23, periodistas españoles entran en el camerino de Kasparov y se lo encuentran destrozado y llorando sin poder parar, pero no solo por la derrota, sino porque reconoce que es uno de las mayores presiones que ha sufrido en su carrera.
Y es que hay que darse cuenta que el ajedrez de alto nivel es muy proclive a favorecer transtornos en el sistema nervioso, ya que estar tantas horas concentrado brutalmente, sin poder hablar, gritar, intentando meterte en la cabeza del adversario, leyendo los posibles siguientes 30 movimientos del rival y valorando multitud de combinaciones , con el tiempo acechándote... todo eso puede acabar con los nervios de cualquiera, hasta de Kasparov.
TO BE CONCLUDED
Einstein decía del ajedrez que es demasiado complicado para ser un juego y demasiado simple para ser una ciencia.
ResponderEliminarA mí me gustaba bastante, pero me pone nervioso y por eso ya no juego.
Agustín tiene una anécdota personal curiosa sobre el ajedrez, ...Ratón cuéntala
Francisco
Estábamos esperando ansiosos la segunda parte !!!!,
ResponderEliminara ver si cumple las expectativas generadas por la primera :)
Charlie
muy interesante,mas que ajedrez parece un combate de boxeo,gorriz
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