Después de estas últimas semanas, meses,...¡¡años!! de resultados mediocres del Madrid, creo que hay que detenerse a pensar por qué está pasando esto, máxime con con los jugadores de primer nivel que ha habido y hay en plantilla. Mi conclusión es que se trata de un problema endémico y estructural. Me explico.
Una plantilla, en mi opinión, se construye fichando a un buen entrenador que sea líder del proyecto, que elija una serie de jugadores en función de sus preferencias y su estilo de juego, y luego, la Dirección/Presidencia se los trae en la medida de lo posible (que en el Madrid va a ser el 95% de lo que pidan). El entrenador, que como digo es el líder, conjunta a los jugadores como él cree conveniente y crea un sistema.
En el caso del Madrid es todo al revés. El otro día leí que Florentino se planteaba vender a Higuaín para traer a Rooney. Sin desmerecer al jugador del Manchester, que es muy bueno, analicemos la situación. El Pipita es un tío que trajimos por 13 millones de euros (una ganga) y que tenía por delante a Raúl y a Van Nistelrooy, consiguió disputarles minutos primero, marcar goles decisivos para ganar ligas y más tarde conseguir la titularidad. Trajeron a Huntelaar, también consiguió lucharle el puesto y ganárselo. Ahora han traído a Benzemá, que se suponía haría dupla de ataque con Cristiano y ha conseguido quitarle el puesto, no sólo eso, sino que además, lleva más goles que el mismísimo Ronaldo en liga y está disputando el Pichichi.
A lo que me refiero es que el Real Madrid ha trabajado así todas las etapas de Florentino. Me empalmo con 3 ó 4 estrellas mundiales, las traigo, pongo un entrenador de paja para que los gestione (en 6 años han pasado: Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Capello, Schuster, Juande y Pellegrini) y a correr. El único que me daba la sensación que controlaba a el equipo era Capello (por eso le debieron echar). El resto está controlado por la Galaxia blanca y es uno más, no es un líder.
El año que viene podemos traer a Ribery o a Rooney o a Villa o a Barranco a al que haya, pero al llegar Agosto, vaya, vaya,...Y los agolpamos todos para que haya más galaxia, pero bajo mi punto de vista, no se trata de eso. Se trata de que algún entrenador con cabeza y personalidad diseñe un equipo y una forma de juego a su gusto, no a la de Valdano, Florentino,... El máximo de un equipo no se consigue siempre juntando a las mejores individualidades, sino consiguiendo que la combinación de los elementos que tienes sea la óptima. Y hay jugadores con menos calidad individual que otros que optimizan mejor en la combinación. Y hay jugadores que siendo muy buenos, no aportan nada a la plantilla porque ya hay varios como el dentro del equipo.
Es decir, un sistema donde se construya a partir de un líder que sea el entrenador, no que se construya desde de la Presidencia hacia abajo como sucede en el Madrid.
Como muchos de vosotros sabéis, hace un par de semanas me hice un señor esguince jugando un partido de basket, por lo que tuvieron que colocarme una escayola. Este contratiempo me mantendrá de baja, en principio, 3 semanas. Hasta ahora no me he podido acercar al ordenador por lo que me dolía el pie y ahora, al menos, ya puedo sentarme aunque sean 10 minutos. A propósito de escayolas, baloncesto,... os contaré un par de historias del abuelo cebolleta relacionadas con estos temas
HISTORIA 1: BALONCESTO
No sé si os acordáis del penúltimo partido de clasificación de la Euroliga de basket donde Sergio Llul metió un triplazo en el último segundo para clasificar por basket-average al Madrid para la siguiente fase (lástima de posterior cagada contra el Maccabi) y donde todo el estadio gritaba: Llul, Llul,... Mi colega Mario dice que todo el mundo debería experimentar alguna vez esa sensación.
Yo tuve esa sensación. Año 1986, partido de minibasket. Mi colegio era la SAFA (Sagrada Familia), jugábamos en casa de Capuchinos, por lo tanto Capuchinos-SAFA. En la primera vuelta habíamos ganado en el feudo del Retiro por 14 puntos, con lo cual viajábamos (en Metro) bastante confiados, pero un regular partido de nuestra plantilla, un buen partido suyo (sobre todo de un base enano que se llamaba Israel) y que eran las fiestas del Colegio, crearon un clima de presión.
Mandamos en el marcado casi todo el rato entre 4 y 6 puntos, pero en las 3 últimas jugadas hicieron 3 canastas consecutivas y se pusieron 1 arriba a falta de 8 segundos, sacamos rápido de fondo , pero un manotazo del equipo amarillo (nosotros íbamos de verde) nos hacía sacar de banda a la altura del medio campo con 2 segundos en el electrónico (bueno electrónico, ejem, ejem). Tiempo muerto de nuestro Míster, un tipo de 20 años apodado "El Lacas".
"El Lacas", un tío con tupé y pinta rockabilly-chulesca, dicta la siguiente jugada: Miguel Ángel Arnedo (todavía me acuerdo de su nombre) saca de banda, otros 3 del equipo se ponen en una esquina del campo, como apartados, y yo me quedo esperando recibir la bola cerca del medio campo, para intentar irme de mi par y entrar a canasta, donde no habría tráfico porque los otros del equipo se han llevado a sus defensores consigo a una esquina del campo.
Yo pienso que el Lacas es retrasado si piensa que eso se puede hacer en 2 segundos, pero bueno, es el Míster. Así que nos disponemos a hacer la jugada. El que saca es muy malo y encima está muy presionado y mi defensor también lo tengo como una lapa, creo que voy a ser incapaz de recibir el balón o que lo vamos a perder al sacar, pero no sé como, consigo recibirlo medio desequilibrado y empiezo a correr hacia la canasta como un poseso, al estilo Llul , cuando voy a la altura del triple con el tío pegadísimo a mí empiezo a pensar que ya deben haber pasado más o menos los 2 segundos, así que decidido que no me da tiempo a llegar a la canasta y me levanto desde la línea de tres (que era la de los mayores, sólo hubiese valido de 2), un poco desequilibrado, y lanzo un tiro con mucho arco que, sorprendentemente y pese a lo incómodo que tiro va bien dirigido, el tiempo se hace interminable, silencio en la cancha. El balón vuela y desciende, entra y sale, rebota 2 veces en el aro y finalmente sale escupido. Ya sólo recuerdo gritos de padres y manchas amarillas abrazándose. Eso es lo más parecido que he vivido a lo de Llul.
Bueno, la próxima entrada mi escayola en el brazo debido un rocker que..., bueno, ya os lo cuento la semana que viene.