Este 1 de noviembre, como todos los años en los países de tradición católica, se celebra el día de todos los Santos. Creo que también se celebra Halloween, pero de esto último no estoy muy seguro :-))
Ese día se visitan los cementerios (en Madrid principalmente el de la Almudena, muy bonito y el más grande Europa), se compran flores (es el día del año que más flores se venden en España), se comen buñuelos de viento y huesitos de santo (los buñuelos me molan, los huesitos no, supongo que porque son de mazapán) y se representa Don Juan Tenorio.
La casa donde vivo en el Retiro era la casa de mi abuelo, donde también vivieron mi padre y mi tío y donde vive mi hija. Mi abuelo era una persona moderadamente religiosa, lo suficiente para recibir lo que se llama "cristiana sepultura" , razón por la que al decirnos un año antes de morir (2003) que quería que le incinerásemos, nos llamó mucho la atención
Él tuvo una vida muy dura, con la muerte de sus 2 esposas y sus 2 hijos, por lo que los últimos años, la única familia que tenía éramos mi hermano y yo. Un día nos dijo: "como sé que cuando me muera vendréis a verme poco, por no decir nada, he decidido que no quiero enterrarme, que mejor me quemáis, juntáis mis cenizas con las de Julita (su segunda mujer) y me echáis en el Retiro, en la Rosaleda del Retiro". La Rosaleda del Retiro, un sitio muy tranquilo por donde le gustaba pasear sus últimos años.
Como quiera que me gustaría morirme tarde, o al menos no muy pronto, la verdad que yo no había pensado nada al respecto, pero sea porque empezamos a no ser tan jóvenes, o por el hecho de haber tenido una hija y ya no ser la nueva generación o vaya usted a saber por qué me dio por empezar a pensar sobre el asunto y a perfilar una idea. A raíz de unos e-mails que me crucé hace un par de meses con Bottle tomé una decisión. En esos mail me contaba que ese día se había muerto repentinamete de un ataque al corazón un tipo bastante famoso en Orihuela, relativamente joven, amigo de sus padres y con el que estuvo cerca de ir a trabajar y que, además, ese mismo día habían suspendido una boda a la que iba el fin de semana porque se había muerto el padre de la novia.
En fin, que aunque ya lo venía pensando desde hacia un tiempo y lo había hablado de pasada alguna vez con María, ese día lo confirmé, no quiero que me entierren, quiero que me incineren y tiren mis cenizas al Retiro, donde he vivido siempre, eso sí, no sé en que parte, me dedicaré los próximos 50 años (toquemos madera), a pensarlo, jejeje
¿Vosotros dónde os gustaría que os incinerasen u os enterrasen?. Bot al principio no entendía que no quisiese que me tirasen al mar (se cree que somos todos marinos) y otro colega comentaba que a él en cuatro partes (también es verdad que pesa 120kg) y me decía que una de esas partes quiere que sea en un córner del Calderón (luego estuvo contando en que otros 3 sitios quería el resto)
Ya me contaréis.
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